
Con el fin de apoyar a
las mujeres ante estas adversidades, desde el pasado mes de Junio, el
departamento de Sololá cuenta con un programa de atención psicológica
permanente, pionero a nivel nacional, que tiene como fin brindar
acompañamiento psicológico y soporte emocional las 24 horas del día y los 7
días de la semana a las mujeres sololatecas víctimas de violencia. De
esta forma, este programa vela porque durante todo el proceso de denuncia o
Ruta Crítica, que abarca los diferentes pasos a seguir en el primer momento que
se realiza la denuncia y es cuando las mujeres principalmente se mantienen en
situación de crisis, se les brinde una atención adecuada y no se les
revictimice.

Cecilia Benito Zúñiga,
epesista de la Universidad San Carlos de Guatemala (USAC) (2),
explica cómo además de la atención de emergencia en crisis y del soporte
emocional brindado en el primer momento, este servicio ofrece una
atención psicológica continuada a los casos considerados como del alto impacto
por el Ministerio Público (MP), que las y los estudiantes realizan a través de
las visitas domiciliarias. De esta manera, afirma que se está respondiendo
a una necesidad y déficit del acompañamiento psicológico a víctimas de
violencia que se da en el Departamento y que muchas veces, impide que las
víctimas puedan procesar la violencia vivida y el trauma provocado por la
misma.

En este sentido,
organizaciones representativas del sector de mujeres del Departamento (3) denunciaron
en un reciente comunicado los altos niveles de impunidad en la aplicación de la
justicia en los casos de violencia contra las mujeres, destacando que
aproximadamente en los cinco últimos años en Sololá apenas se han dictado cinco
sentencias condenatorias. Las barreras que delimitan el acceso a la
justicia de las mujeres sololatecas con equidad y pertinencia cultural son
todavía grandes y se siguen incumpliendo, por lo tanto, los derechos
constitucionales y tratados internacionales ratificados por Guatemala a favor
de la mujer.
Violencia silenciada
Según datos del
Observatorio de IEPADES, basados en los casos registrados por la Policía
Nacional Civil (PNC), durante 2011 se reportaron en el Departamento de Sololá
un total de 84 casos de violencia intrafamiliar, mientras que en lo que va de
año se han contabilizado un total de 47. Por su parte, según estadísticas de la
Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), de los 748 casos de violencia
sexual contra mujeres registrados en el país el año pasado, 21 de ellos se
dieron en el Departamento de Sololá. Si bien estos datos son de por sí
alarmantes, no se puede dejar de considerar que dada la fuerte cultura de
silencio en relación a la violencia muchos de los casos acontecidos en la
realidad escapan de las de estadísticas oficiales.
Franco tiene claro que
para continuar mejorando esta atención el principal reto consiste en romper con
el imaginario social de aceptación de la violencia y continuar incidiendo sobre
los factores que dificultan que las mujeres tomen la decisión de denunciar. En
este sentido, Moisés Mogollón, practicante de la Universidad Mariano Gálvez,
indica que este tipo de programas contribuyen a la transformación
de la cultura machista que predomina en Sololá y que, en algunos
casos, provoca que las familias transmitan y repliquen en sus hijas e hijos las
actitudes permisivas ante la violencia o que las mujeres, intimidadas por las
críticas y la presión social de la comunidad, opten por aguantar y callar antes
denunciar lo que están sufriendo.
A este respecto,
Franco señala la necesidad de trabajar también con los hombres que cometen las
agresiones ya que no sólo las víctimas están implicadas en el problema de la
violencia y porque ellos también necesitan mucho apoyo. En su opinión, en
muchos casos la violencia es fruto del alcoholismo y de la cultura patriarcal y
está basada en actitudes y comportamientos que podrían modificarse si se
trabajan, por ejemplo, en talleres de masculinidad.
De cara al futuro
próximo, desde las Redes de Derivación del Departamento tienen previsto
implementar programas de atención jurídica, social y médica con las que se la
atención integral que las víctimas de violencia necesitan. Mientras tanto, el
programa de atención psicológica permanente está contribuyendo ya a mejorar la
atención que las mujeres sololatecas reciben y a minimizar los daños que los
diferentes tipos de violencia les ocasionan.
(1) Las Redes de
Derivación están conformadas en cada Departamento del país por instituciones
gubernamentales de justicia y organizaciones de la sociedad civil y velan por
que las víctimas de violencia reciban una atención integral.
(2) Las
y los practicantes que realizan el Ejercicio Profesional Supervisado (EPS) o
programa de prácticas en la Universidad San Carlos de Guatemala son conocidos
en el país como epesistas.
(3) La
Comisión Departamental de la Mujer, la Secretaría Presidencial de la Mujer
(SEPREM), la Fundación Guillermo Toriello, la Asociación Política de Mujeres
Mayas MOLOJ, el Colectivo de Investigaciones Sociales y Laborales COISOLA y la
Fundación Sobrevivientes.